EVITA SER IMPRUDENTE

LECTURA DEL DIA: JOSUE 2:1-24

(Miércoles 18 Marzo 2020)

La imprudencia disfrazada de fe nunca tiene buenos resultados. La gente habla de lograr cosas grandes, de que todo saldrá bien y que basta con aplicar optimismo a todo para que las cosas funcionen; pero si no nos preparamos, no somos precavidos, no planificamos y no analizamos las cosas, nuestras acciones no tendrás un buen resultado. Una mujer escondió a dos hombres que habían ido a espiar la ciudad de Jericó, estos hombres estaban siendo buscados para darles muerte.

 La mujer los escondió y les dio instrucciones de como huir. Josué 2:15-16: Entonces ella, utilizando una cuerda, los bajo por la ventana porque la muralla formaba parte de su casa. Ella vivía dentro de la muralla.

Rahab les dijo: Vallan hacia las montañas para que los que fueron a buscarlos no los encuentren. Escóndanse allí por tres días hasta que los que los persiguen regresen a la ciudad. 

Después podrán seguir con su camino. Uso el sentido común, no los saco por la puerta principal (allí los hubieran descubierto), los bajo por una ventana, luego les dio instrucciones claras; les dio dirección (que fueran a las montañas), les dio la razón (los estaban buscando y allí no los encontrarían), les dio un plazo (iban a estar tres días), y luego les dijo que podrán seguir su camino.

Estos hombres obedecieron las instrucciones de la mujer y libraron sus vidas de la muerte.

Pero ¿Qué hubiera pasado si estos hombres le hubiesen dicho a la mujer (Nosotros creemos en Dios, nada nada nos va a pasar, vamos a salir por la puerta principal, y Dios nos ayudara)? 

Esta habría sido su muerte segura. Necesitamos aprender a ser precavidos, a planificar, a seguir instrucciones y a no se imprudentes en nuestras acciones.

¿Qué decisiones has tomado últimamente?

¿Has sido prudente o imprudente?

¿Has planificado o has hecho las cosas como salgan?

¿Has tenido cuidado con los detalles o has dejado todo para última hora?

Dios nos ayuda y nos cuida, pero debemos aprender a ser precavidos y a no disfrazar nuestra imprudencia de fe y optimismo.