LECTURA DEL DIA: SALMOS 26:1-12
(Viernes 20 Marzo 2020)
Hay dos maneras de abordar nuestra salud, preventivamente o
curativamente, podemos ir al médico cuando las cosas se ponen mal, o podemos
desarrollar el hábito de llevar un control de nuestra salud e ir previniendo
factores de riesgo para nuestra salud.
Muchas enfermedades pudieron resolverse o tratarse si se
hubieran descubierto a tiempo o si hubiesen tomado medidas para evitarlas.
Muchos incluso acostumbran un chequeo médico semestral o anual para ver que
todo esté en orden.
Lo mismo pasa con nuestra vida espiritual podemos buscar la
previsión de las cosas o la restauración de las cosas. Por ejemplo,
resentimiento si no se trata con la medicina del perdón, puede convertirse en
una amargura que puede dañar no solo el que la tiene, sino a todos los que
están a su alrededor, una caída espiritual no se produce de la noche a la mañana, fue el resultado del
descuido, de obviar alertas que indicaban que las cosas no estaban bien. Ya no
podemos hacer nada más que pedir a Dios que restaure y sane algo que quizá
pudimos evitar.
El salmista presenta una petición a Dios en el salmos 26:2 Escudríñame,
oh Jehová y pruébame, examíname mis íntimos pensamientos y mi corazón. Es una
buena práctica hacer esta oración, pedirle a Dios que nos examine, que nos
pruebe, que nos diga si todo está bien, si estamos actuando correctamente. Pidámosle
que nos ayude a evaluar nuestra relación familiar, nuestra vida emocional,
nuestra vida económica, nuestra vida sexual, nuestras decisiones y nuestros
motivos, que si algo no le agrada nos lo indique, que si algo va a ser un
problema nos ayude a discernir su voluntad.
Esto debe ser parte de nuestra oración
diaria, pedirle a Dios que nos examine, aunque no nos guste, aunque nos
sintamos confrontados, porque esto es salud espiritual preventiva, ten la
seguridad que Dios te hablara, buscara la forma de mostrarte tu voluntad y te
ayudara a evitar grandes problemas que puedan afectar tu vida.
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